No
falta el jugador que se emociona como si estuviera viviendo en carne propia un videojuego,
en el que debe cuidar su espalda para sobrevivir a las misiones.
Esa
aventura se transforma en un juego de la vida real en The outbreak, un proyecto
único y mexicano en el que los jugadores y las amenazas son de carne y
hueso.
“Llevamos
la ficción a la vida real. Queremos transmitir la inseguridad que se sentiría
si estuvieran en una misión de videojuego”, explicó Diego Nishimura,
creador de esta nueva atracción.
El
juego se trata de una misión en la que un grupo de diez sobrevivientes deben
cumplir misiones en un área cerrada de más de mil 500 metros. Adentro les
esperan sorpresas y ataques que les impedirán sobrevivir. “Es un juego de
equipo, cada uno debe estar al pendiente de sus compañeros y estarán equipados
con réplicas de armas reales con balas de gotcha”, agregó Christian
Ezquerro, también creador del juego real.
Aquí,
un grupo de 30 zombies esperarán el momento adecuado para atacar a los
jugadores, quienes utilizarán un chaleco equipado con velcro que, al
despegarse, simula una mordida de zombi.
Todo
el equipo necesario para este juego fue creado a la medida, ya que no hay una
atracción similar en ninguna parte del mundo.
El
costo por persona oscilará entre 300 y 400 pesos y la zona de juego se ubica a
una cuadra de Periférico a la altura de Primero de mayo. La apertura de esta
actividad se planea para agosto septiembre de este año.
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